Yo soy aún no soy mío y aunque quiera ser mi dueño, envejezco y me hago grande y
todavía no me tengo.
Soy lo que siento, lo que me pasa, ese es mi templo, esa es mi
casa. Soy, como nadie, soy diferente, yo soy mi dios, mi referente.
Soy legal,
clandestino, un cordero y un asesino. Munición
sin escopeta, un caballo salvaje en
una carreta.
Soy leal, soy celosa, tengo códigos, como una mafiosa. Los dementes me acompañan, mis amigos no me extrañan. Soy temeraria, perseguida, mal pensada, retorcida. Estoy enferma de humanidad, bebiendo luz de la oscuridad. Como aun
no soy consciente necesito de la gente. Por dentro soy vulnerable, por fuera auto suficiente. Soy
la fuerza del vapor, una mezcla de agua y fuego, yo soy semilla de sol, un enviado del cielo. Me desvela descubrir el corazón tras tanto velo. Soy luz intermitente, soy pájaro que aún no vuelo.
Ahí en esa podredumbre, esta la fuerza de la flor, ahí donde la vida duele, curan los ojos
del amor, ahí cambias la suerte, por el impulso de crear, ahí reconocernos es suficiente, es empezar
a cambiar.
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